Tus oídos no son de carne ya...
En ellos hay nostalgia de una voz ajena.
En ellos hay ceguera, son mudos y sordos, ilógicos y torpes para mi sonido...
Esperan de otra el amanecer, de otra la pasión, de otra el amor...
Quise ser poema, pero nunca me supiste leer.
Tus ojos no me interpretaron
y tu cerebro jamás me procesó como eso que tanto anhelabas...
O quizás nunca me quisiste leer, nunca entender, nunca recitar...
Eras un analfabeto acerca de mis múltiples dialectos, múltiples horrores...
Locuras con lírica que tu ser nunca deseó...
Un beso soñaba yo con ser y tus labios me rechazaron...
Tu boca se cerró, la sacaste de tu cara y la guardaste en tu sombrero...
Ahora hablas con las manos...
Hablas y hablas cosas que no entiendo, que me confunden,
pero es lo mejor que haces y te encanta...
Siempre te gustó confundirme y jugar con tus manos cansadas de balbucear...
Una flor, una contradicción quise ser...
Una flor con perfume embriagador para saciar tus vicios con tan sólo de él probar...
Pero tu olfato me evadió, hombre cobarde...
De tu vida hiciste parte a la flor idiota,
pero a su escencia nunca la tomaste en serio.
Y ahora? Ahora ya no sueño porque me lastima...
Ahora quiero ser de ti olvido
y que tú de mi seas recuerdo...
Y que seas un ser sin canción, sin poema, con un beso de adiós y una flor marchita.-
Fin de la historia...¿?
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